Antes que nada desde el blog del Construber Freire tenemos que pedir disculpas a nuestros seguidores por este parón de dos semanas. También tenemos que pedir disculpas por no poder disponer del acta del encuentro contra Zornotza. Os prometemos que no se volverá a repetir este apagón. Por ese motivo, vamos a hacer dos entradas seguidas, en una de ellas trataremos del partido contra Zornotza y de la despedida de Miguel y en la otra del partido contra Balmaseda.
El partido contra Zornotza era fundamental para nuestras aspiraciones de mantener la categoría ya que son un rival directo en esa lucha. Por fin, pudimos contar con todos los jugadores ya que Miguel Navarrete volvió desde Málaga para su despedida. El encuentro empezó mal, ellos se pusieron por delante en el marcador y hasta el final del tercer cuarto no fuimos capaces de igualarlos. Sin embargo, en el último cuarto conseguimos ponernos por delante y finalmente conseguimos una cómoda ventaja de 9 puntos.
Lo mejor del partido fue la actitud del equipo que en ningún momento bajó los brazos y confió en la victoria durante todo el encuentro. También hay que destacar la afluencia de público al Freire Coliseum, todos ellos históricos del club que ayudaron con su apoyo a conseguir la victoria. Tampoco nos olvidamos de Xabier Leicea que desde una esquina dirigió al equipo.
No faltó una anécdota y es que por segunda vez en la historia se produjo un apagón en la cancha del Freire cuando ibamos perdiendo y tras él, el Freire remontó. La anterior ocasión fue en nuestro antiguo campo y su protagonista fue Txitxilo. ¡Qué tiempos!
Después del partido y de la victoria llegó el turno de la despedida de Miguel y en esta ocasión también conseguimos dejar muy alto nuestro pabellón. Después de una buena cena le hicimos entrega de los regalos a Miguel, un equipaje del Freire con su número, una Txapela con una inscripición y, lo mejor, la poesía de Gorka, nuestro particular bardo. Tampoco faltaron unas emotivas palabras del homenajeado.
Y, tras la cena, ya sabéis la fiesta en Iturribide hasta altas horas de la noche. Después, como viene siendo habitual en la noche bilbaina desde hace algunos años, nos pasamos horas buscando lugares donde podernos tomar unos kalimotxos y no nos quedó otra que entrar en El Balcón de la Lola. Cuando salimos de este bar estuvimos un buen rato buscando más lugares de marcha pero ya estaba todo cerrado y nos tuvimos que ir a casa. En fin...
El jueves siguiente algunos estuvimos tomando unas cañas con Miguel en Las Cortezas y allí nos dijo lo contento que estaba con la despedida y lo mucho que le había gustado la Txapela.
Desde aquí mandamos un saludo a Miguel. Recuerda que sigues siendo del Freire y que cuando quieras aquí nos tienes. Eskerrik asko.
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